Anime Fate Zero
imagen de Mangazine
En la entrada anterior hablamos de una de las novelas más exitosas de todos los tiempos, Fate Zero, ahora hablaremos de su adaptación al anime pero aclaró que sólo abarcaría la pura saga de Zero, hablaremos de su autor y guionista, también hablaremos un poco sobre su estudio de animación.
El autor de esta historia es Gen Urobuchi y como ya habíamos mencionado con anterioridad, el y otros grandes escritores son los encargados de esta historia, pero algo importante a mencionar es que en el anime el unico que tuvo acceso directo al guion fue el mismísimo Urobuchi ya que el es el escritor principal, así que cualquier idea que tenían acerca de la historia era consultado con el.
imagen de Atamashi
La casa de animación que animo Fate zero fue Ufotable, este es un estudio sumamente reconocido siempre en la cabeza de varios Top de mejores estudios de animación y esto es por qué su trabajo siempre a dado de qué hablar y cuando digo que da de que hablar es por que su trabajo de animación siempre es reconocido, sus dibujos siempre muy fluidos con el color y la iluminación perfecta para cada escena, además hace que las expresiones y movimientos de cada personaje parezca muy real.
imagen de otakulegion.com
Director del anime de fate zero. Ei Aoki fue el encargado de de ser el director del anime, siempre dando su toque de profesionalidad en todos sus trabajos y algo que reconocer es que el anime de Fate Zero es uno de los mejores trabajos que a hecho ya que esto hizo que se lanzará a la cima de la popularidad.
imagen de Facebook.
Ya para finalizar les contare un poco de lo que a pasado Fate zero
Cuando se anunció la animación de esta novela no causó tanto revuelo como se esperaba, además de que el primer capítulo emitido no fue de los mejores por que lo saturan mucho, ya que hubo mucha platica algo que no se esperaba de una historia de acción, pero cuando ya parecía algo perdido los próximos capítulos vinieron a su rescate porque después del tercer capítulo las estadísticas subieron demasiado.

